La
industria de los videojuegos, está considerada (y lo es) como una de las
mejores motivadoras para adolescentes, niños y no tan niños. La manera que
tienen de enganchar a la gente y de motivar a jugar es un ejemplo de que es una
industria viva y con futuro. He de decir que mismamente yo, soy
"consumidor" de esta industria, quiero decir que en mi casa tengo
videojuegos en consolas actuales y que si no recuerdo mal a los 7 años empecé a
jugarlos, no de una manera adictiva pero siempre presentes en la vida cotidiana.
Este hecho es común en la mayoría de las personas que han nacido como yo en la
época de los años 90, como por ejemplo amigos y familiares. A la hora de
afirmar o de alguna manera justificar que los videojuegos favorecen el
desarrollo cerebral y del aprendizaje nos encontramos con las premisas de Tom
chatfield. En principio nos afirma que la base de esa motivación es que nos
ponen diferentes retos y trofeos a conseguir "ir abriendo cajas" con
la " la utilización de curiosidad, inteligencia, temas que como
a seres civilizados nos estimulan enormemente". Este define varias cosas
que podemos aprender de los videojuegos y que podemos aplicar en otros ámbitos:
-La
primera es muy simple: una barra de progreso, evidenciar cosas que están en
constante desarrollo, con pequeños cambios constantes que están en nuestra mano
conseguir de una manera o de otra.
En
segundo lugar, los diversos múltiples
propósitos a largo y corto plazo,
-En
tercero nos insta a premiar el esfuerzo. incluso el más mínimo. En mi
opinión, es mas motivacional apremiar el esfuerzo bien realizado que empezar
también por premiar el más mínimo, debido a que perdería la "gracia"
o esa chispa debido a que si te dan premios por un esfuerzo mínimo llevaría a
un nivel de conformismo en los consumidores, en este caso lo podemos adecuar a
la educación, apremiando el esfuerzo, aunque en mi opinión el mínimo se debería
de empezar premiando pero sucesivamente ir quitándose poco a poco para llegar
en ese alumno a ser motivado para dejar de conseguir el premio por el esfuerzo
mínimo y alzarse con un premio mayor con un esfuerzo notable.
En
cuarto lugar recuerda lo importante del feedback, de la información que
ayude a resolver las cosas.
En
quinto lugar se añade un elemento de incertidumbre, por ejemplo, un premio
incierto nos provoca una motivación a llegar independientemente de si se puede
conseguir o no, a diferencia del premio que si sabemos que vamos a conseguir si
realizamos una serie de procedimientos.
Aún
así, y estoy de acuerdo con el artículo, el
mayor motivador neurológico para las personas son otras personas, el juego online
tan famoso de estos últimos años, el control sobre los datos de las
interacciones de los usuarios, la cooperación entre ellos etc.
Esto
puede traducirse a una clase en la que prime la cooperación y colaboración para
la consecución de premios u objetivos en común.
En
conclusión, podemos atribuir los videojuegos a un método de aprendizaje o
de estimulación del pensamiento pero eso sí, siempre con control del videojuego
y de las horas seguidas utilizadas para ello.
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